lunes, septiembre 18, 2006

Para una clínica de la cultura. Comentario de Héctor López



Para una clínica de la cultura
(su campo y su método)


Este pequeño-gran libro propone una lectura, pero además una experiencia: la de verificar que no existe realidad humana que caiga por fuera del discurso psicoanalítico, pues ninguna se ve libre de los efectos inconscientes.

Esta verdad abre el campo del análisis a nueva dimensión. Para designarla, Mario Pujó acuña el nombre afortunado de "clínica de la cultura", a la que especifica así: al modo de la comunicación de una construcción, la clínica de la cultura intenta rozar el real que está en juego en cada una de las nociones tratadas, aspirando, en retorno, a intervenir sobre el plano propiamente psicoanalítico.

En el tratamiento de las cinco nociones escogidas, la infancia, la memoria, la muerte, la época y el sueño, se deja adivinar el empleo del método que Lacan llamó del "repensar", y que consiste en tomar los fenómenos en su dispersión diacrónica, para desocultar el orden sincrónico que los causa. La de-construcción atraviesa entonces los acontecimientos temporales para asomarse al borde de lo real, revelando a nuestro pensamiento sorprendido, la estructura descarnada del malestar intemporal de la cultura.

Es el trabajo clínico que vemos desplegarse ante nuestros ojos, cuando diferencia la inocencia del niño de su supuesta ingenuidad, clivaje ignorado por nuestro "sentimiento de la infancia", o cuando refiere a la renegación, y no a la represión, el modo de "desconocer" en este mundo de la inmediatez, o cuando nos hace caer en la cuenta que la biotecnología nos desposee de la experiencia humana de "consentir a la muerte", o también cuando pasa de la noción corriente de "patologías de época" a la más esencial de "patología de época" como rasgo de nuestro tiempo, y finalmente cuando encuentra en los sueños de muerte, "un medio para procesar su siempre improcesable irrupción".

Así esta pequeña obra muestra su verdadero alcance: las cinco nociones consideradas con aguda penetración, se instituyen en significantes fundadores de todo un conjunto de nociones posibles, a través de las cuales se irá construyendo este nuevo espacio de la clínica.

Sería verdaderamente prometedor que ahora, cuando gracias al libro de Mario Pujó ya tenemos delimitado el campo y especificado el método, él mismo, o alguno de nosotros, se ponga al trabajo para sumar nociones a la serie y dar cuerpo a una indispensable "clínica de la cultura".

Ver más información sobre Una clínica de la cultura, de Mario Pujó en la web de Grama ediciones